dissabte, 16 de maig del 2009

NORTE DE ARGENTINA

Carreteras entre quebradas rojizas -parece el gran Canyon del Colorado- , paisajes interminables de cardones (cactus), gente amable y calida pero a la vez reservada. Empezamos a saborear un aire mas caotico en Salta y Jujuy, gente de rasgos andinos, Bolivia esta cerca. En Salta visitamos el museo de arte etnico Pajcha. Diego Coll, el subdirector nos hace una visita que nos deja con la boca abierta. Que interesante la cultura andina! Toda la herencia de la cultura inca que llego incluso hasta el norte de Argentina. Alucinamos con el MAAM (www.maam.org.ar), el museo de Alta montanya que alberga a 3 momias de una apariencia realmente sobrecogedora (3 ninyos que fueron ofrendados y momificados a los dioses en la epoca incaica en el Volcan sagrado de Llullaillaco a 4000m de altura).
Empezamos desde Salta la ruta por los valles Calchaquies, llegamos al pueblo de Cafayate, nos alrededores estan llenos de vinyedos, visitaremos varias bodegas con unas chicas vascas. Nos ensenyan a catar y probamos gratis un monton de vinos. Salimos bien contentos direccion a Cachi. Viajamos con un coche alquilado por unos 10 dias y vivimos nuestra primera aventura: Conducimos por carreteras de tierra rojiza desde Cachi hasta nuestro proximo destino. Encontramos un autobus trabado en medio de la carretera con gente sentada en las rocas bordeantes, esperando a que el conductor y otros pasajeros consigan sacarlo del rio donde esta. Paramos, intentamos ayudar. La cola de 4x4 y turismos aumenta, unos 5 o 6). Al cabo de una hora, viendo que el autobus no sale del bache un 4x4 empieza a hacer una ruta alternativa. Los otros le siguen y nosotros finalmente tambien. El cielo esta nublado y cargamos a una pareja y una paisana del lugar. Uf! por los pelos pasamos el gran bache. De repente empieza a llover fuerte. Empiezan a surgir rios de todas parte que inundan la carretera. Cada vez que cruzamos uno, nos bajamos para empujar para ayudar a Vivi que esta conduciendo, la senyora que llevamos al proximo pueblo es mayor pero es la primera que empuja y aconseja a Vivi como conducir para no quedarnos atrapados. Barro por todas partes. Llueve insistentemente. Guau! vaya rio que se presenta delante de nosotros. Este sera el ultimo que pasaremos. Llegamos a Santa Rosa, apurados porque empiza a oscurecer, un pueblo perdido entre valles de arcilla rojiza. Estamos empapados, pedimos alojamiento en la iglesia, estamos con Francesca y con Fermin, la pareja italo-argentina que recogimos del autobus trabado. Los paisanos responsables de la iglesia no nos quieren alojar alegando excusas. De repente aparece un senyor corriendo hacia nosotros. Naturalmente no hay ningun hostal, nada similar. Asi que vamos casa por casa. El senyor, que se llama Orlando, va bastante ebrio, pero viene con buena voluntad y nos lleva a una casa a las afueras del poblado. Nos acogera una familia superamable, cenamos con ellos: que buenas las humitas de maiz con queso! Orlando aparece de nuevo y sigue ebrio y su aliento es aun peor, empieza a contar viejas historias de la guerra de las Malvinas... Al dia siguiente nos llevamos la sorpresa que nos querian cobrar un suma exagerada por alojarnos. Negociamos, todo arreglado. El dia se presenta soleado y continuamos nuestro camino por los caminos solitarios y serpenteantes en dirreccion a Jujuy.
Destacamos ciudades como Purnamarca (que formaba parte del camino inca del sur), Tilcara (donde vivimos las llamadas del Carnaval y visitamos su famosa Pucara o ciudad fortificada). Aqui conocimos a Juaquin, un Jujenyo, que toca la guitarra y canta de maravilla. Es responsable del hostal donde nos alojamos Nos invita a verle cantar en una cantina y Vivi baila zamba con un senyor mayor bastante experto.
Seguimos subiendo al norte hasta llegar a Yavi, un pueblo perdido en la frontera con Bolivia. El paisaje es muy curioso grandes llanuras con una serie de colinas redondeadas que son llamadas los siete hermanos. Aqui vivimos un carnaval autentico, nada turistico. Vamos de casa en casa donde nos dan chicha, una bebida de maiz con alcohol. Bailamos en el baile del pueblo y conocemos argentinos muy majos que pasan unos dias en el hostal donde estamos. El hostal tiene un patio exterior con un gran horno de barro. Se alojan unos musicos y es un placer escucharlos cantar y tocar al sol del mediodia estirado en una hamaca. Proximo destino: Bolivia!

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