


Llegamos por la tarde a la estacion de tren en Wellington. Vaya sorpresa al ver que Don Thom de las Manchas ("nuestro carismatico amigo kiwi queridisimo del alma") nos estrujaba entre sus brazos una y otra vez entre mochila y mochila por la alegria del encuentro. Iba con una rubia americana: Nicky Hughes que al explicarle que no sabiamos donde dormir aquella noche (el piso de Thom es una caja de cerillas) se apiado de nosotros y nos ofrecio su casa. Quien lo iba a decir que al final nos quedariamos siete noches! Coincidimos con las vacaciones de "Easter" y con Don Thom hicimos algunas locuras:
- Una noche nos llevo a una fiesta pero antes paramos a cenar unas fish & chips en un parque. Casi "morimos" en el intento. Al poco teniamos tal bola en el estomago que tuvimos que parar varias veces para arrojar. Mareados de lo lindo caminamos cuesta arriba hasta el piso de su amiga donde se veian unas magnificas vistas de la bahia.
- Un dia fuimos de excursion con la furgoneta de Nicky, que estaba haciendo investigacion en botanica para la universidad. Despues de un largo camino entre rios y bosques Thom nos llevo a su "arbol preferido". Vivi tuvo las pelotas de subir 15 metros, gatear y apoltronarse con Thom en una de las inmensas ramas como un pajarito. (Aun no se como lo hizo).
- Estuvimos en varias ocasiones con la familia de Thom: muy buena gente. Lo mejor fue una tarde. Un cunyado suyo que es un fanatico del kayak y con Thom y Vivi decidimos probar. Traje de neopreno y kayaks en mano nos disponiamos a alcanzar un islote en medio de la bahia de Wellington. La brisa que nos acariciaba inicialmente se torno en fuerte viento y justo antes de alcanzar la isla Vivi y el "cunyao" volcaron en la piragua. Se armo la marimorena: Vivi no aparecio a la superficie tras unos tensos segundos, el cunyao despistado buscando a Vivi debajo del agua. Thom y yo corriendo por las rocas en busca de su kayak que se fue volando 20 metros mas alla por un gran golpe de viento. En eso que el ferry que esperaba en el muelle fue a buscar el kayak que ya estaba a 100 metros. Detras de mi y de Thom venia una conservadora del parque histerica diciendo que estabamos en zona protegida y que no podiamos desembarcar alli. En fin, acabamos como pollos remojados esperando el ferry de vuelta ya que el viento seguia fuerte y la Sra. Rottenmeyer (que por cierto era inglesa, no kiwi) se fue calmando.
La ultima noche de despedida hicimos un karaoke con Thom y los "flatmates" de Nicky era un lunes por la noche y acabamos solos desganyitandonos como posesos con unas birras de mas. Al dia siguiente nos despedimos con un gran abrazo y "Don Thom de las Manchas" nos hizo unos regalos muy especiales entre ellos un Pounamu, un colgante de jade que aun llevo en mi pecho y que tiene un gran significado de amistad para los maories. Thank you Thom!
Que experiencia tan preciosa i enriquecedora.
ResponEliminaMe encanta el que podais estar conociendo y viviendo otras culturas.
Vivi eres intrépida y tu Bernat divertidísimo tal como explicas el viaje.
Muchos besos y achuchones mamáaa.
Espero que cuándo esteis de vuelta...tengais pensado escribir un libro de vuestro viaje!es impresionante !aunque no os escriba me acuerdo cada día de vosotros!
ResponEliminaVeo que habeis ampliado el viaje...os veremos en navidad?
Se acabaron las vacaciones...ya hemos empezado a currar,y vosotros con vuestras aventuras!
eiiii que ya tengo muchisimas ganas de veros!
un besitooooo gordoooo!!!Marilyn